Navidad Tropical

por | diciembre 14, 2017

La Navidad tica ha sido objeto de innumerables crónicas de periodistas y viajeros a lo largo de los años, resaltando las tradiciones tanto culinarias como religiosas y destacando los bellos montajes de pesebres que se realizaban en todas las casas, muchos elaborados con gran realismo.

Además estas publicaciones dejan registro de que las celebraciones josefinas se hacían con gran pompa desde inicios del siglo XX.

En un reportaje publicado el 4 de marzo de 1928 en el New York Times, se apuntaba entonces que la mejor época festiva de Costa Rica ocurría entre el 28 de diciembre y el inicio de enero.

Según el periodista, las fiestas comenzaban con el estallido de un cañón en el parque Morazán y, como número especial, incluían la corrida de toros.

Dicho artículo, describía las fiestas de fin de año como la más importante actividad social de Costa Rica, donde los capitalinos lucían sus mejores galas: “Se dice que ninguna mujer que se respete a sí misma usará el mismo vestido dos veces durante las fiestas y que muchas ahorran centavos durante el año para comprar el atuendo que lucirá sus encantos durante las fiestas”.

Además se organizaba un reinado que culminaba “cuando la amplia puerta de bronce del Teatro Nacional se abre para la ceremonia de coronación de las reinas. Se eligen dos reinas; una es Su Majestad Reina de los Obreros o de las clases trabajadores, y la segunda es la Reina de las Sociedades […]. Las reinas se eligen con votos que se pueden comprar en cualquier pulpería o cantina”.

Los Festejos Populares de San José, con todo y sus corridas de toros, tuvieron lugar por muchos años en el Parque España, luego se trasladaron a mediados de siglo XX a Plaza Víquez y más adelante al campo ferial en Zapote.

Las tradiciones navideñas fueron dando paso a la influencia del Norte e incorporando elementos idealizados y ajenos a nuestra navidad tropical, tanto que los periódicos perciben un cambio importante. Un artículo publicado en el New York Times del 23 de diciembre de 1969 dio cuenta de lo irónico de ese cambio. Con el sugestivo título de “El diciembre latinoamericano: canciones de nieve bajo las plantas de banano”.

Fuente: nacion.com