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El Origen de San José
¿Sabe usted, querido lector, por qué el año 1813 es un año muy significativo en la historia de San José y de Costa Rica? Quizá sonará como una fecha aleatoria sin mucha relevancia para la historia nacional. Sin embargo, para los hijos de la ciudad capital y para quienes la habitan hoy, es una fecha muy relevante.
¿Quizá haya escuchado el nombre de Florencio del Castillo? Claro, dirá usted, la autopista a Cartago lleva el nombre de ese ilustre costarricense. Pero ¿sabe usted qué tiene que ver don Florencio con la ciudad capital?
Y quizá usted, como josefino, o cómo costarricense se haya preguntado por qué San José, fundada casi doscientos años más tarde que Cartago, ¿acabó siendo nuestra ilustre capital hasta nuestros días? ¿Qué eventos llevaron a tal desenlace?
Si le parece difícil de contestar no se extrañe. La historia tiende (sobre todo en Costa Rica) a ocultar u olvidar capítulos de nuestro pasado y a privarnos de este modo, de sus mejores anécdotas y protagonistas.
En Carpe Chepe nos dimos a la tarea de recabar información y crear la siguiente cronología de los eventos más importantes en la historia de nuestro querido “Chepe” (nombre cariñoso con que se conoce a San José). La idea, como siempre, es la divulgación de nuestra historia y así entender mejor quienes somos.
Antes de ser:
Si nos devolviéramos al año 1700 veríamos a la Ciudad de Cartago, capital de la Provincia de Costa Rica (provincia de la Capitanía General de Guatemala), convertida en el centro económico, demográfico y político. Allí vivían los Peninsulares (europeos), los hijos de éstos (llamados Criollos) y demás miembros de la incipiente sociedad costarricense.
En donde hoy está el San José, no existía nada, no había siquiera un establecimiento indígena, esto probablemente debido a la falta de cuerpos de agua fresca que atravesaran el centro de la ciudad.
Pero viajemos un poco más atrás para entender cómo nació Chepe:
En 1575 se establece definitivamente la ciudad de Cartago en el Valle del Guarco, donde la conocemos hoy en día.

Plano de la Ciudad de Cartago a inicios de 1800. Album de Figueroa. Archivo Nacional de Costa Rica.
Los Españoles, metidos de lleno en el período de Conquista, habían concentrado a los aborígenes en cuatro “pueblos de indios”, todos de este lado del Ochomogo. Así entre 1570 y 1580 surgen: San Antonio de Curridabat al este, San Bartolomé de Barva al Norte, San Luis de Aserrí al Sur y Nuestra Señora de la Asunción de Pacaca al Oeste, todas con sus respectivas iglesias y curas para “educar” a los aborígenes.
Sin embargo, lo españoles que vivían en estos pueblos no podían ir a misa junto con los indígenas por lo que debían ir hasta Cartago una vez a la semana o se exponían a ser excomulgados.
Disconformes con esto, solicitaron a León de Nicaragua (máxima autoridad religiosa de la zona) la aprobación para construir una iglesia que se ubicara más cercana a estos pueblos de indios.
Fundación
En 1737 se estableció la ayuda de parroquia de San José de la Boca del Monte y un año después se concluyó la primera ermita dedicada al Santo Patriarca de San Joseph. Se reconoce el lugar justo al frente de la actual tienda Scaglietti, Calle 2 entre Av Central y Avenida 1.
El lugar escogido fue una planicie situada entre los ríos Torres y María Aguilar, que ocupaba una posición estratégica como ruta de paso, de comercio y descanso entre los diferentes valles, y de comunicación entre los pueblos de indios.
Así, San José surgiría en la encrucijada entre los caminos de Aserrí y Curridabat, con el de Pacaca por el Oeste y el de Barva por el norte.
Básicamente el centro de San José era (y sigue siendo) un cruce entre los pueblos que lo rodeaban; quien quisiera ir a algún pueblo, debía pasar por ese cruce, razón por la cual, hoy día aún se utilice como vía de paso entre ciudades circundantes.
Aunque se reconoce a 1737 como el año oficial de la fundación de la ciudad, no es hasta 1751 que se da un asentamiento más estable, debido a obras abocadas a mejorar las condiciones de vida, como la construcción de una acequia para llevar agua a los vecinos.
En 1755 se da la primera delimitación en cuadrantes, se construye la plaza frente a la Ermita y se trazaron las primeras calles de San José. Además, el alcalde de Cartago, Tomás Lopez del Corral ordena a los pobladores dispersos por el valle a congregarse cerca de la Ermita. La “Villita” ya tomaba algo de forma.
Consolidación
Lo que hoy es San José centro, conocido como Valle de Mata Redonda, pertenecía a un par de personas (¡Imagínenselo!). Uno de ellos, el Capitán Pedro de Torres, hereda sus territorios a su esposa doña María Meléndez, quien a su vez hereda en 1722 a su única hija Josefa de Torres, casada con un italiano llamado Antonio Chapuí.
Doña Josefa de Torres era madre del Presbítero Manuel Antonio Chapuí, nacido en Curridabat en 1712 quien fue el primer Presbítero nacido en Costa Rica, y quien en 1776 ordena construir una nueva iglesia una cuadra al sur de la Ermita original. Nacía la primera Catedral Metropolitana.
En 1782 se ordena la construcción de la Factoría de Tabacos, que es ubicada en San José (actual Banco Central) lo cual la consolidaría como centro económico del país. El tabaco permitió la monetización de la provincia de Costa Rica, cierta acumulación de capital, una mejora en las vías de comunicación y el crecimiento y predominio de la Ciudad de San José.
En 1783 muere Manuel Antonio Chapuí Torres, el cual deja en testamento, los terrenos correspondientes a: “los actuales barrios Francisco Peralta y Gonzáles Lahmann a Barrio Amón por el Este, hasta hasta los Anonos y Rohmoser por el Oeste, y entre los ríos Torres y María Aguilar por el norte; es decir, lo más valioso hoy del área metropolitana” a quienes se quisieran establecer en ellas.
Uno de los valiosos legados de Chapuí es La Sabana, el primer parque suburbano de San José.
Desde 1787 hasta 1792 se acordó reducir todas las siembras de tabaco a la provincia de Costa Rica, impulsada por las Reformas Borbónicas, una serie de medidas administrativas impulsadas por Felipe V para sacar mayor provecho económico de las colonias en América.
Ahora, al ser San José el principal sitio de siembra de tabaco, obtuvo una ventaja sobre las demás ciudades, incluyendo a la capital Cartago. Fue precisamente entre 1780 y 1820 que San José tomó la delantera, material y demográfica, con respecto a Cartago, Heredia y Alajuela.

Mapa de 1787 mostrando por primera vez a la Villa de San José como parte del Reino de España, debido a su producción de tabaco.
San José, la ciudad
Ahora bien, como recordarán estimados lectores, arrancamos el artículo hablando de una fecha, 1813. Es precisamente en ese año que San José recibió el título de Ciudad, gracias a las gestiones del presbítero Florencio del Castillo, diputado de la provincia de Costa Rica ante las Cortes de Cádiz.
Don Florencio, prominente costarricense, reclamó que a nuestra provincia no se le había premiado con nombramientos así, como sí se hizo con otras provincias, por la fidelidad a Fernando VII durante la invasión de Napoleón.
Del Castillo no sólo consiguió el nombramiento de San José como ciudad, sino, el nombramiento como Villa para Alajuela, Heredia y Ujarraz. En ese mismo año, se creó el primer ayuntamiento en San José, el cual, a pesar de su corta duración (1814), crearía la primera institución educativa del país (la Casa de Enseñanza de Santo Tomás).
Hemos repasado así los orígenes de San José, desde la Conquista hasta su nombramiento como ciudad. Sin embargo, su protagonismo en nuestra historia apenas comenzaba, como veremos en nuestro próximo artículo, donde repasaremos su historia a partir de nuestra independencia y su consolidación como capital del país.
Atentos, ávidos entusiastas de la historia, que nuestro viaje por la historia de Chepe apenas comienza, de la mano de Carpe Chepe, exploraremos los principales aspectos históricos y culturales de la ciudad que tanto apreciamos.
Nota: Para la elaboración de este artículo se utilizaron las siguientes fuentes bibliográficas:
- Arias, Raul. 2009. La Era del Café en Costa Rica: Forja de una Nación (1840-1914). Centro de Conservación del Patrimonio Cultural. 40p.
- Fernandez, Andrés. 2013. Los Muros Cuentan. Crónicas sobre arquitectura histórica josefina. Editorial Costa Rica. 182p.
Quesada, Florencia. 2011. La modernización entre cafetales: San José, Costa Rica 1880-1930. Editorial UCR. 274p.
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